lunes, 7 de abril de 2008

LUCES Y SOMBRAS DEL ARQUEÓLOGO JORGE BONSOR

LUCES Y SOMBRAS DEL ARQUEÓLOGO JORGE BONSOR
Este artículo no pretende mostrar una biografía al uso del gran arqueólogo Jorge Bonsor, aunque sea imprescindible mostrar datos biográficos, sino ofrecer una reflexión sobre las posibles luces y sombras de este pionero de la arqueología contemporánea en España.
George Edward Bonsor y Saint Martín nació en la ciudad francesa de Lille, el 30 de marzo de 1855 y murió en la vecina localidad de Mairena del Alcor en agosto de 1930, a la edad de 75 años.
Su padre fue un ingeniero inglés que trabajó en las minas de cobre de Riotinto y que destacó por la instalación en Sevilla y Cádiz de la fábrica de gas para el alumbrado público. Su madre, en cambio, era francesa y murió a temprana edad.
El joven Bonsor viajó por Europa acompañando a su padre en su trabajo, loque facilitó que dominara varios idiomas. Además recibió una esmerada educación en diversos centros de Europa, estudiando Bellas Artes en Londres, Bruselas y en la Deutsche Shule de Moscú.
Influido por la imagen romántica que se tenía de España en la Europa decimonónica, llegó a nuestro país en 1879, con tan solo 24 años, con el propósito de buscar nuevos temas de inspiración para su pintura.Desde entonces, convirtió a España en su nueva patria, llegando a contraer matrimonio con dos españolas: primero con la carmonense Gracia Sánchez , en 1907, y en 1927, ya en la vejez, con la joven Dolores Simó. En sus viajes por la baja Andalucía llega a Carmona en la primavera de 1881, donde se establece hasta 1907, año en el que pasó a Mairena, permaneciendo en su rehabilitada residencia del Castillo de Luna hasta su muerte el 15 de agosto de 1930. Sin embargo, influido por la riqueza arqueológica de nuestra comarca, pronto deja a un lado los pinceles para centrarse en la arqueología, ocupación que llenaría el resto de su vida.
Durante más de cincuenta años realizará una incansable investigación arqueológica, centrándose fundamentalmente en la comarca comprendida entre los ríos Corbones y Guadaira, donde destacaron sus excavaciones en la necrópolis de Carmona, en los monumentos funerarios de Gandul, en la Cruz del Negro, Alcaude, Acebuchal, Alunada, Santa Lucía, entre otros, situando a Los Alcores en primera línea de la investigación arqueológica en España. Pero sus trabajos no solo se centraron en esta zona, pues abarcaron gran parte de Andalucía occidental (coto de Doñana, valle del Guadalquivir, Bolonia,...), incluso trabajó en el suroeste de Inglaterra.
Su labor arqueológica era metódica e infatigable. Solía trabajar instalando dos grandes tiendas de campaña a pie de la excavación: "Me despierto todos los días un poco antes de las cinco. A las cinco pongo a hervir el agua para hacer el café. A las cinco y media, el agua hierve; me levanto a las cinco cuarenta y cinco, y el café está ya listo. A las seis, los hombres concluyen de toma el café y se van a trabajar. Es entonces cuando escribo cartas, notas, etc.. A las siete me arreglo y arreglo la tienda. A las ocho, voy a ver los trabajos.." [1]
Pero, ¿cuál es la verdadera importancia de Jorge Bonsor en la historia de la arqueología española?
Jorge Bonsor Saint-Martin fue, sin duda, uno de los arqueólogos más destacados de
nuestra Historia de la Arqueología en un período fundamental de esta disciplina científica, esto es entre 1880 y 1930[2]
Bonsor perteneció a una serie de arqueólogos europeos que contribuyeron con su labor pionera a la consolidación de la Arqueología como una disciplina científica y, por tanto, al nacimiento de la Arqueología Contemporánea.
Jorge Bonsor mantuvo un estrecho contacto con muchos de los arqueólogos más
destacados de su tiempo, tanto nacionales como extranjeros[3], lo que corrabora la talla alcanzada por el arqueólogo anglofrancés en la élite arqueológica europea de fines del siglo XIX y primer tercio del XX.
Aunque sus primeras actividades arqueológicas tuvieron como marco el mundo hispanorromano con la excavación sistemática de la necrópolis romana de Carmona, sus temas más frecuentes son el colonialismo fenicio y en general la arqueología protohistórica del Bajo Guadalquivir. Otra de las grandes inquietudes arqueológicas de Bonsor a lo largo de toda su vida profesional fue la presencia de los celtas en Andalucía, un tema aún hoy de gran actualidad y ni mucho menos esclarecido. Las propias palabras de Bonsor en 1924 describen perfectamente el escaso conocimiento que se tenía de las culturas prerromanas:
“No hace aún medio siglo que los conocimientos sobre el origen de los pueblos, anteriores a la dominación romana, eran tan escasos que para escribir la historia de una población de reconocida antigüedad como Carmona, había que
contentarse con copiar siempre las mismas declaraciones...su principio se pierde en la noche de los tiempos...”[4]
Bonsor no centró sus esfuerzos en la excavación de yacimientos concretos y aislados, sino en explorar arqueológicamente un determinado espacio geográfico, los Alcores,
lo cual le permitió establecer secuencias cronológicas y de esta manera detectar y
excavar parcialmente yacimientos de muy distinta índole, por lo que sus contribuciones fueron muy importantes para la arqueología prehistórica, protohistórica, romana e incluso medieval de Andalucía Occidental.
Bonsor es “el primero que trata de definir arqueológicamente la cultura tartésica, precisando su cronología, definiendo su demilitación territorial y su cultura material, así como sus costumbres funerarias”[5]. Los materiales exhumados por Bonsor en los Alcores son de gran importancia, contribuyendo de manera significativa al conocimiento y definición de la cultura tartésica, incluso de manera más decisiva que el arqueólogo Shulten[6].
Bonsor empleaba un método plenamente científico. En este sentido cabe destacar el empleo de la representación gráfica, el uso de la cartografía, la utilización de fotografías, el análisis de la flora de los yacimientos,...Si todo ello es muestra de la modernidad con que Bonsor desarrolló sus trabajos arqueológicos no son menos significativos sus esfuerzos en la conservación de los objetos y yacimientos excavados. Jorge Bonsor fundó dos museos, el de la necrópolis de Carmona, que es el primer museo de este tipo que ha existido en España y el del Castillo de Mairena del Alcor, donde reunió,además sus colecciones arqueológicas, otras no menos significativas de pintura española, entre las que destaca la serie de los pasajes de la vida de Santa Clara de Asís de Valdés Leal, así como distintos objetos de artesanía popular, un tipo de coleccionismo, este último,muy poco cultivado en ese tiempo.
El arqueólogo anglo-francés acumuló una importante serie de honores y distinciones, entre las que destacamos las siguientes:
➢ Fue el fundador de la Sociedad Arqueológica de Carmona en 1885, junto a los hermanos Fernández López, el reverendo Sebastián Gómez y el comerciante Antonio Ariza.
➢ Miembro de las Academias de la Historia, de San Fernando y de la Hispanic Society of América.
➢ Fue nombrado Hijo Adptivo de Carmona en 1927.
➢ Director de la sección arqueológica de la Exposición Iberoamericana de Sevilla.
➢ Recibió la Gran Cruz de Alfonso XII en 1930 al donar al Estado la Necrópolis de Carmona y su Museo.
➢ Póstumamente, la avenida que conduce a la Necrópolis de Carmona fue rotulada con su nombre, del mismo modo que una de las calles que lleva al castillo de Mairena del Alcor.
➢ Cuatro años después de su muerte, en 1934, el ayuntamiento republicano de Mairena del Alcor le agradece su labor: "rindiéndole a la vez un homenaje al gran artista que consiguió hacer de un castillo en ruinas un verdadero museo de arte antiguo Don Jorge Bonsor Saint Martín, (y) que se rotule con su nombre una de las calles que conducen al citado castillo, que pudiera ser la de Giordano Bruno y el Ayuntamiento lo acuerda así"[7]. Sin lugar a dudas, este homenaje estaba bien merecido, ya que Bonsor compró el Castillo de Mairena a la Junta de Acreedores del último Señor de Osuna en un estado totalmente ruinoso, y lo convierte en su residencia habitual tras una amplia reconstrucción y en un museo donde sitúa su rica y variada colección arqueológica. Por tanto, la supervivencia del castillo de Luna se debió a Bonsor, aunque más discutibles serían los criterios histórico-artísticos que empleó para su reconstrucción.

Muchos son, por tanto, los méritos de Bonsor, pero quizás el más importante fue convertir a los Alcores en una zona arqueológica de primer orden en el contexto europeo y ser todavía en la actualidad un referente indispensable para cualquier estudio de la Prehistoria e Historia Antigua de esta comarca, incluso de todo el valle del Guadalquivir.

La valía científica de Bonsor espero que haya quedado suficientemente probada en las líneas anteriores, del mismo modo que su puesto de privilegio en la Historia de la Arqueología española, sin embargo, su figura también es criticada por algunos especialistas. “Muchos autores se quejan de su confusión, ambigüedad, falta de rigor o parcialidad, aparte de sus ventas de materiales a la Hispanic Sociey of América”[8].De todas estas críticas la más repetida es la última. ¿Pero de qué institución extranjera estamos hablando?
La Hispanic Sociey of América fue fundada por Archer Milton Huntington el 18 de mayo de 1904 en la ciudad de Nueva York con el fin de establecer una biblioteca y un museo para difundir la cultura española gratuitamente. Actualmente, es el mayor y más importante museo de arte español fuera de España, con valiosas pinturas de artistas tan consagrados como El Greco, Zurbarán, Ribera, Alonso Cano, Velázquez, Goya o Joaquín Sorolla, entre otros. Pero además la Hispanic Society of América con una de las mejores colecciones de cerámica hispanomusulamana y con valiosas muestras de joyería, orfebrería, arqueología, tejidos, grabados y fotografías, así como con una biblioteca con más de 15000 libros, del que destaca una primera edición del Quijote.
Jorge Bonsor se convirtió en uno de los principales proevedores de antigüedades y piezas arqueológicas a esta institución fundada por su amigo y mecenas Huntington.”Las ventas se produjeron en cinco lotes, en 1905, 1906, , 1908, 1909 y 1910. Muchas de ellas fueron efectuadas en París, centro de las operaciones de Huntington en Europa, o bien en envíos directos en vapor desde Sevilla a Nueva York, convenientemente embaladas en cajas”[9] Las principales ventas que efectuó Bonsor fueron las siguientes[10]:
● 1905:Vendió varios vasos de cerámica campaniforme de El Acebuchal y materiales de la Cruz del Negro, azulejos hispano-moriscos, dos ejecutorías de linajes de dos personajes de El Viso del Alcor, ... Regala varias piezas de la Necrópolis romana de Carmona, así como un traje de seda del siglo XVIII para la señora Huntington.
● 1906: Cerámica campaniforme de EL Acebuchal, marfiles grabados fenicios y otros objetos de la Cruz del Negro, Bencarrón, Santa Lucía, Alcantarilla, Cañada de las Cabras y Huerta Nueva.Una serie de figuras de tamaño natural de un belén del siglo XVII, dos columnas salomónicas, un Ecce Homo del “divino” Morales (pintor español del siglo XVI), una colección de azulejos y una ejecutoría del siglo XVII.
● 1908: Cerámica campaniforme de El Acebuchal, objetos de marfil de Cruz del Negro y El Acebuchal, brazaletes y broches del cinturón de la Cruz del Negro, cuchillos, armas de bronce e hierro de la Cruz del Negro, el carro votivo de Bencarrón y otros objetos romanos que entraga personalmente a Huntington en París. Por otra parte, envía en cajas un ánfora romana, una pequeña pieza de cerámica rojiza con decoración floral de El Viso del Alcor, cuatro proyectiles de piedra del Castillo de Mairena del siglo XIV, una urna de la Cruz del negro decorada con círculos concéntricos, una urna romana,...
● 1909: Un lote de 50 piezas de cerámica popular española de diversos puntos de Andalucía, concretamente de Almería, Andújar, Granada y Triana.
● 1910: Gran parte de los ajuares de la necrópolis romana de Cañada Honda.

Bonsor envió además dibujos y notas descriptivas sobre todos estos materiales, especialmente los arqueológicos. Huntington se convirtió también en el editor de las principales obras de Bonsor.

La opinión de Amores Carredano con respecto a las citadas ventas es clara: “Yo pienso personalmente que quizás haya que agradecerle a G. Bonsor que vendiera aquéllos materiales dado el medio de incomprensión general, con que se hubiera acogido su labor en muchos círculos institucionales y quizás, gracias a sus ventas, hayan llegado hasta nosotros bien conservados”[11].Del mismo modo, Jorge Maier tampoco considera a Bonsor un expoliador de nuestro patrimonio arqueológico por vender los objetos fruto de sus excavaciones a la Hispanic Society. Considera tal acusación una leyenda negra que conviene contemplar en sus justos términos, por lo cita varios argumentos para rebatirla[12]:
n Estas ventas estaban permitidas por la legislación que existía en españa sobre la exportación de antigüedades. Las ventas fueron interrumpidas definitivamente en 1911 cundo la legislación cambió y ponía más trabas a dichas exportaciones.
n Bonsor nunca vendió ninguna pieza que no fuera destinada al Museo de la Hispanic Society, con lo que toda su colección se encuentra reunida en un mismo Museo, que por otra parte garantizaba su conservación y evitaba su dispersión.
n La finalidad de estas ventas era compensar los enormes gastos que le ocasionaban a Bonsor el acondicionamiento del Castillo de Mairena del Alcor y su mantenimiento, además del de la Necrópolis de Carmona, más si cabe teniendo en cuenta el carácter privado de su actuación.
n Las ventas de Bonsor contribuyeron considerablemente a la formación de una de las colecciones más importantes sobre la cultura española en Estados Unidos, a la vez que contribuía a la difusión de nuestra cultura en ese país, y de esta manera lograr también la formación y m,antenimiento de sus propias colecciones en España.
n Este tipo de actuaciones no fueron sancionadas en la époco, todo lo contrario, tal como lo demuestra que tanto a Hunginton como a Bonsor les fue concedida la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII, en 1929 y 1930, respectivamente.

El mayor momento de reconocimiento de Bonsor fue el mismo año de su muerte, en 1930, cuando cede al Estado español la Necrópolis de Carmona y su Museo, cuyos terrenos había comprado junto al farmacéutico carmonense, Juan Fernández López, en 1881. Dicha acción fue magníficamente acogida por autoridades, investigadores y amigos, que agradecieron y reconocieron su contribución al enriquecimiento del Patromino histórico-artístico español, con la cesión de tal significado monumento.Dicho agradecimiento se plasmó materialmente en la concesión, ya referida, de la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII, máximo honor que daban entonces las autoridades de este país, el 14 de agosto, cuando Bonsor estaba en su lecho de muerte, pero totalmente lúcido. Jorge Bonsor Saint Matin falleció al día siguiente, el 15 de agosto de 1930, a las cinco de la tarde, de una enfermedad que fue diagnosticada como ciática, en el Castillo de Mairena del Alcor. Fue enterrado el día 16 en una sencilla tumba del cementerio de Mairena.”Concluyó así la vida de un pionero indiscutible de la arqueología española, además de hispanista y apasionado amante de nuestra cultura, de sus gentes y de su geografía”[13]

BIBLIOGRAFÍA
● AMORES CARREDANO, Fernando: Carta Arqueológica de los Alcores. Sevilla, Diputación Provincial, 1982.
● AMORES CARREDANO, Fernando:La Carta Arqueológica de Los Alcores: de la investigación a la protección; de la protección a la socialización. Ponencia realizada el 4 de octubre de 2006 en las II Jornadas de Historia de El Viso del Alcor.
● BENDALA GALÁN, Manuel: La Necrópolis romana de Carmona. Sevilla, Diputación Provincial, 1976.
● MAIER ALLENDE, Jorge: Jorge Bonsor (1855-1930). Un académico corresponsiente de la Real Academia de la Historia y la Arquología Española. Madrid, Real Academia de la Historia, 1999.
● MAIER ALLENDE, Jorge: Epistolario de Jorge Bonsor (1886-1930). Madrid, Real Academia de la Historia, 1999.
● MAIER ALLENDE, Jorge: Las investigaciones arqueológicas de Jorge Bonsor en El Viso del Alcor. Ponencia realizada el 5 de octubre de 2006 en las II Jornadas de Historia de El Viso del Alcor.
● GAVIRA MATEOS, Manuel: Jorge Bonsor, artículo en la Serie de personajes maireneros, en la web Mayrena.com
● CONLIN HAYES, Elisabet: Los inicios del III milenio a.C en Carmona: las evidenias arqueológicas. Revista Carel. Carmona, 2003.
● VV.AA: Página web de Carmona, La estrella de Vandalia (artículo sobre Bonsor).
● VV.AA: La Hispanic Society of America. Artículo en la Guía de Nueva York.com

MARCO ANTONIO CAMPILLO DE LOS SANTOS
PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA
EN EL IES BLAS INFANTE DE EL VISO DEL ALCOR





























[1]Diario de Bonsor. Citado por Gavira Mateos en la “Serie sobre personajes maireneros” (Mairena.com)
[2]Maier Allende, J: Epistolario de Jorge Bonsor, página 11.
[3]Vid Maier Allende, J: Epistolario de Jorge Bonsor (1886-1930)
[4]Cit por Conlin Hayes, Elisabeth: Los inicios del III Milenio a.C en Carmona...
[5]Maier Allende, J: Jorge Bonsor (1855-1930) ..., pág. 271.
[6]Íbidem, pág. 271.
[7]Citado por Gavira Mateos en la “Serie sobre personajes maireneros” (Mairena.com)
[8]Amores Carredano, F: Carta Arqueológica de los Alcores, pág. 15.
[9]Maier Allende, J: Jorge Bonsor..., pág. 205.
[10]Íbidem, pss 205-206.
[11]Amores Carredano, F: Carta Arqueológica de Los Alcores, pág. 16.
[12]Maier Allende, J: Jorge Bonsor ..., pss 204-205.
[13]Maier Allende, J: Jorge Bonsor..., pág. 283.

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